No existe una forma “correcta” del funcionamiento del cerebro, saber esto es muy importante y primordial para poder hablar sobre personas neurodivergentes.
El término neurodiversidad se originó en los años 90 para luchar contra el estigma de las personas con autismo, así como con TDAH y trastornos del aprendizaje como la dislexia.
Se ha convertido en un movimiento para apoyar a las personas que son neurodivergentes (fuera de la corriente principal que se enfoca en la forma en que funcionan sus cerebros) y que busca centrarse en desarrollar sus fortalezas y talentos. (Miller, n.d.)
Entre el 10% y el 20% de la población mundial se considera neurodivergente, según un estudio de la empresa de consultoría y auditoría Deloitte. El término reconoce el hecho de que ciertos trastornos del desarrollo son variaciones normales del cerebro. Y aunque las personas neurodivergentes pueden tener dificultades, también tienen ciertos puntos fuertes. (Mahto & Weier, 2022) (La Neurodiversidad Es Una Forma Esencial De Diversidad Humana, Esto Es Lo Que Significa, 2022)
¿Cómo puedo ayudar a mi hijo(a) en casa?
El primer paso es identificar si su hijo (a) es neurodivergente y esto se hace acudiendo a centros especializados que pueden ayudar a determinar las capacidades y habilidades que tiene su hijo(a) y las dificultades que pueda llegar a tener para ayudarle a estimular, entrenar y apoyar en lo que requiere mayor estimulación.
Lo que la evaluación debería aportar es una visión bastante completa de las dificultades que tiene el niño. Y debería identificar si esas dificultades alcanzan el umbral clínico para un diagnóstico formal (aunque podría no ser el diagnóstico que están esperando).
Una vez que tenemos identificadas las áreas por desarrollar, se trabaja en casa bajo algunos estímulos o cambios que debemos realizar, algunos son sencillos como cuidar la alimentación, buscar alimentos bajos en azúcar, cuidar los tiempos en que comen estos alimentos, al igual que los colorantes. Observar cómo duermen en las noches, es importante por que a veces tienen dificultad para conciliar el sueño o se mantienen muy activos durante la noche y esto hace que en la escuela muestren bajo rendimiento o se muestren irritables a media mañana.
Formular rutinas en casa donde sean visibles para ellos las actividades ha realizar de manera diaria, semanal y puntos de lo que vayan realizando durante el día, podemos poner desde actividades diarias hasta acciones y/o responsabilidades más complejas.
Cuidar los estímulos visuales, tiempo en pantallas y estilo de actividades, esto lo debemos hacer con todos nuestros hijos pero normalmente nuestros niños neurodivergentes encuentran mucho estímulo en los videojuegos pero esto impide que se enfoquen en la parte social y deportiva que los niños necesitan.
Ser neurodivergente en el mundo académico
En el Instituto Edinburgh hemos estado trabajando constantemente con todos nuestros alumnos y maestros en enfocarnos en sus habilidades y potencializarlas, sabemos que cada alumno es diferente, nos hemos empeñado en brindar siempre un espacio académico donde los alumnos puedan seguir estimulando las habilidades pero también trabajando las que les cuestan más ¿Cómo? haciendo aulas y bancos movibles donde los alumnos puedan socializar de diferente manera, trabajar en grupos, en pares, de frente al pizarrón, dependiendo de la actividad.
Los proyectos son una excelente manera de evaluar constantemente los logros y avances de los alumnos pero también para que trabajen de distintas formas y conocer más sus habilidades para aprender y realizar contenido académico, una parte importante de esto es que los alumnos socialicen sus productos que desarrollan (pueden ser desde cuentos, historietas, manualidades hasta en sí un producto como en Emprendedores)
Las plataformas que trabajan con Inteligencia Artificial y le marcan el avance que cada niño necesita y al ritmo que lo necesitan.
Cada uno de nosotros ponemos nuestras estrategias para observar mejoras y felicidad en nuestros alumnos pero nada es posible si cada quien va por separado, la escuela, los padres de familia y los terapeutas debemos estar unidos, abiertos a la comunicación y siempre trabajando colaborativamente para poder ayudar y apoyar a quienes están en el centro de la educación: nuestros alumnos.